Tu has sido bendecido
Las bendiciones que Dios nos da están destinadas a ser compartidas con todos, comenzando con la inestimable bendición de la salvación del pecado e incluyendo todas las otras cosas buenas que el Señor nos ha dado. Tu has sido bendecido para bendecir a tus semejantes.
Sé que he sido muy bendecido. Quizás tú también. A muchos de nosotros se nos ha dado tanto: bienes materiales, ingresos adecuados, familias, amigos, trabajos, hogares. Y eso es solo para empezar. Si eres cristiano, sean cuales sean tus circunstancias, se te han dado los mayores dones: fe, esperanza y amor. Y tu has sido bendecido con los medios de la gracia y la esperanza de gloria. Si tienes a Cristo, se te ha dado todo lo que vale la pena eternamente. Entonces, la gran pregunta es ¿Por qué yo, por qué has sido tan bendecido? La respuesta a esa pregunta se encuentra en la palabra de Dios.
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Génesis 12:2-3 RVR1960
La promesa de Dios de bendecir a Abraham va acompañada de una explicación adicional. La bendición de Abraham es solo el primer paso en un plan mucho más grande para extender esa bendición a través de Abraham a todos los pueblos de la tierra.
Piensa en primer lugar en lo que nos dice esta declaración con respecto a las intenciones de Dios. La expresión más completa de la promesa de Dios apunta a su plan más grande para el mundo. Dios ciertamente tuvo la intención de bendecir a Abraham y a sus descendientes, pero nunca quiso que su bendición fuera exclusiva. Dios señaló a Abraham (y más tarde a sus descendientes físicos, la nación de Israel) como un primer paso estratégico en lo que Dios siempre determinó que sería un plan de salvación que abarcara el mundo.
¿Conoces al Señor personalmente? ¿Has recibido su regalo de salvación a través de la fe en Jesucristo? ¿Qué otro regalo o bendición se puede comparar con eso? ¿La paz con Dios y la esperanza del cielo son solo tuyas para disfrutar, solo, sin pensar en nadie más o son algo que tú y yo necesitamos compartir con todos en todas partes? Recuerda que tu has sido bendecido para llevar bendición a otros.