Santiago 1:12 – La corona de vida
Qué consoladoras son las palabras en Santiago 1:12 en medio de nuestras pruebas y tribulaciones. Muchas personas, al leer esto, saben que están siendo atacadas, que el caminar espiritual está siendo puesto a prueba, incluso sus cuerpos físicos están siendo tentados a hacer lo que saben que no deben hacer o que están enfermos. ¡Pero no te rindas! Confía en el Señor. Él lo atravesará contigo y saldrás vencedor por el otro lado.
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. — Santiago 1:12 RVR1960
Santiago 1:12 No nos dice que podríamos tener pruebas en nuestra vida. Nos dice que tendremos pruebas en nuestras vidas. Es en estos tiempos de pruebas y tentaciones que se nos da la oportunidad de llegar a ser vencedores a través de Cristo Jesús y, al hacerlo, nos ganaremos la corona de la vida. ¡Aleluya!
Si estás pasando por un período de prueba, si las cosas parecen ir en tu contra, ¡no te rindas! ¡Eres más que un vencedor a través de Aquel que te ama! Saca fuerzas de Él. ¡Alégrate! Este es el momento de poner a prueba tu fe. ¡Cuando eres débil, él es fuerte! Jesús te ayudará a atravesar esta tormenta y mientras te apoyas en Él, reconoces tu necesidad de Él y tu carne toma un segundo lugar, poniendo a Cristo primero. Debemos ser transformados a su imagen. Es a través de estas pruebas que Dios forja nuestra carácter y al final de estás, como dice Santiago 1:12 recibiremos la corona de vida.
Otra versión de Santiago 1:12 dice:
Dichoso el hombre que soporta la prueba con fortaleza, porque al salir aprobado recibirá como premio la vida, que es la corona que Dios ha prometido a los que lo aman.
Santiago 1:12 DHH94PC
Regocíjate en todas las pruebas y tentaciones de la vida, trayendo gloria y honor a nuestro Padre a través de Jesucristo y reconoce que Él está contigo y que todo es parte del proceso normal de crecer en Cristo. Que recibas una corona de vida por tu amor y fidelidad a Él, en el nombre de Jesús. Amén.