No te rindas al pecado
No te rindas al pecado, tu puedes dejar de pecar. porque Todo lo puedes en Cristo que te fortalece.
No te rindas a ese pecado, con el que aún has estado luchando después de todos estos años, ten fe y recuerda que Dios ha puesto en ti espíritu de dominio propio y que por su gracia puedes vencer a ese pecado que te ha asediado por años
No te rindas al pecado, cuando hayas vuelto a caer en el. No te tortures. Arrepiéntete, aparta tus ojos de ti mismo y fija tus ojos en Jesús. Levántate y vuelve a la lucha y recuerda que todo lo puedes en Cristo que te fortalece.