
Lucha por tu bendición

Lucha por tu bendición clama a Dios y no permitas que nada te la arrebate, tal y como hizo el ciego, que no callo hasta que Jesús hizo un milagro en su vida y le devolvió la vista.
Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí! Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí! Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama. Él entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús. Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Marcos 10:46-52 RVR1960
También la Biblia narra que, una noche, en la soledad de su campamento, Jacob se preparaba para reencontrarse con su hermano Esaú, y luchó con un hombre incansablemente hasta el amanecer. Cuando éste vio que no ganaría el combate, tocó la cadera de Jacob, la dislocó y entonces le dijo:
¡Déjame ir, pues ya amanece! Pero Jacob le respondió: – “No te dejaré ir a menos que me bendigas”
Génesis 32:26 RVR1960
Jacob nos da un ejemplo de lo que significa tener una actitud de conquista y luchar por tu bendición; la que todos debiéramos tener cada vez que deseamos que nuestros sueños se hagan realidad.
A pesar de las circunstancias que puedes estar atravesando, no renuncies a ellos, no te des por vencido(a), sino todo lo contrario: insiste, lucha por tu bendición y no dejes de clamar hasta que Dios responda y haga tu sueño realidad. Al igual que lo hizo Bartimeo, que no oyó a los que querían hacerlo callar, sino que continuó gritando, hasta llamar la atención de Jesús y así conquistar su milagro.
¿Acaso hay algo que te impide acercarte a Dios para recibir tu milagro? Tal vez tu fe ha decaído y te encuentras desanimado o desanimada, con dudas y sin fuerzas. Recuerda, nadie te conoce mejor que Dios y posiblemente hoy te dice: “Clama un poco más”, antes que te conceda el anhelo de tu corazón, sé que puedes hacerlo, porque quiero saber hasta dónde llega tu confianza en mí y en cada una de mis promesas.
Dios no hará oídos sordos a tu clamor, Él te responderá en el momento exacto y conforme a su voluntad, de modo que puedes vivir seguro, segura y en paz porque siempre te dará lo mejor. Deja que tus sueños vuelen muy alto, Dios te ayudará a lograrlos.

Recuerda Lucha por tu bendición, importuna a Dios con tu oración, que no pase un día sin que Dios escuche tu voz, tal acto de fe, dará respuesta a tu oración conforme a la voluntad de Dios.