Las manos que hicieron las estrellas
Cada día que pasa el mundo parece un lugar muy aterrador y nos hace sentir inseguros e impotentes. La inseguridad, la violencia y la maldad del hombre son cada vez más evidentes, pero hoy quiero invitarte a no sentir temor porque las manos que hicieron las estrellas sostienen tu vida.
Hay tanta incertidumbre en este mundo. Mucha gente está preocupada por tantos problemas diferentes. ¡El cielo se está cayendo! Eso es lo que escuchamos todos los días de una forma u otra. Desde los ataques asesinatos más viles, hasta el coronavirus, vivimos con un aluvión constante de voces que fomentan el miedo y la duda. Todos queremos controlar lo que sucede en nuestras vidas. Todos queremos que las cosas salgan según nuestros planes.
Una persona feliz tiene más alegría
En realidad, hay más evidencia en las Escrituras que muestra todo lo contrario de esta declaración. Algunas de las personas más alegres también son las que aparentemente se encuentran en las peores situaciones. La felicidad depende de las circunstancias. Las circunstancias cambian constantemente para todos nosotros. La alegría, por otro lado, depende de lo único que existe que no cambia. El gozo es la certeza firme de que Dios tiene el control
Las manos que hicieron las estrellas sostienen tu vida
Para muchos de nosotros, no es hasta que perdemos el control de aquellas cosas que creemos que son tan importantes que podemos ver y confiar en el poder del Señor. Cuando decidimos poner nuestra fe en Él, tenemos que renunciar a ese control. Tenemos que admitir que Él es quien hace que sucedan las cosas. Él es quien controla las circunstancias en nuestras vidas, sean las circunstancias que queramos o no. Él sabe lo que es mejor. Sin embargo, hay paz en esto porque sabemos que Dios es un Dios bueno. Se define a sí mismo como “amor”. ¡Nos promete tantas cosas buenas! En la parte superior de la lista está la vida eterna con Él si lo amamos y lo seguimos. Una vez que dejamos ir nuestras dudas y temores y confiamos en el Dios poderoso que “pone las estrellas en su lugar”, obtenemos la paz y el gozo que ninguna circunstancia puede quitar. Nos hace invencibles.
La próxima vez que empieces a creer en el caos que ves con los ojos a tu alrededor, mira al Señor y recuerda que las manos que hicieron las estrellas sostienen tu vida. Él nos ayudará a ver nuestros miedos por lo que realmente son: insignificantes.
Él cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres
Salmo 147:4 RVR1960