La paz no viene de la ausencia de problemas
Escuchamos a la gente hablar de querer la paz mundial o la paz mental. Algunas personas usan la paz como una forma de desear lo mejor a los demás al final de una conversación o correo electrónico. Pero, ¿qué es exactamente la paz? ¿Es tranquilidad? ¿Es la ausencia de conflicto o de guerra? ¿Es un silencio que aturde la mente? ¿O quizás una sensación de seguridad? Son muchas preguntas que pueden confundirnos, pero con certeza podemos decir que la paz no viene de la ausencia de problemas sino de la presencia de Dios.
¿Crees que la paz está en alguna de las preguntas que mencione anteriormente? Si es así, hay un problema porque este tipo de paz nunca durará.
La paz basada en un sentimiento o la ausencia de otra cosa se irá como el viento. ¿Por qué? Porque la paz no puede sostenerse por sí misma. Y porque la naturaleza humana nos inclina a herir sentimientos y conflictos. Por eso vemos la desintegración de la paz una y otra vez en los matrimonios, en las familias, entre los amigos, entre las naciones. Es un ciclo. Paz. Desintegración de la paz. No hay paz (es decir, conflicto). Fortalecimiento de la paz. Paz…
Nuestros corazones anhelan la paz, por muy esquiva que parezca. Desafortunadamente, la paz temporal no es realmente paz. Es solo la ausencia actual de problemas. Pero si la paz tal como la conocemos no es realmente paz, ¿qué es la paz? ¿Qué es la paz verdadera, inmutable e incesante?
La paz no viene de la ausencia de problemas sino de la presencia de Dios
Dios es paz, Jehová-shalom, o Príncipe de Paz. Su misma esencia es la paz. Una paz que trasciende todo entendimiento, lo que significa que no podemos comprender la plenitud de la verdadera paz porque no es algo que se pueda crear o comprar. Fuera de Dios, nunca podremos experimentar la verdadera paz por nuestra cuenta. Dios es paz. La paz es la presencia de Dios.
Mientras buscamos encontrar la paz en nuestra vida, hay otra verdad importante que recordar: el miedo y la paz no pueden coexistir. Nadie puede tener una paz duradera sin Dios. La paz es la presencia de Dios. Si quieres sentir una paz real y duradera te exhorto a buscar la presencia de Dios solo ahí la encontrarás.