
Hebreos 10:7 – Hacer la voluntad de Dios

¿Alguna vez has pensado en la voluntad de Dios? seguramente si, pero alguna vez le has dicho Dios quiero hacer tu voluntad; hoy quiero hablar sobre Hebreos 10:7, un versículo para valientes.
Si comenzamos a comprender y rendirnos a la voluntad de Dios, todo lo bueno que deseamos para nuestras vidas empezará a cumplirse. Por lo tanto, el objetivo principal de la vida de nosotros los creyentes debe ser conocer la voluntad de Dios.
Pero aquí es donde todos nos descarriamos pensando que la voluntad de Dios es un itinerario que debemos descubrir, dónde quiere Dios que vayamos y qué quiere Dios que hagamos. La mayoría de nuestras oraciones se dirigen con esos pensamientos en mente. ¿Qué debería hacer hoy? ¿A donde debería ir? ¿Con quién debería casarme? Pero conocer la voluntad de Dios es mucho más que simplemente saber qué hacer, comienza con saber quiénes somos.
Cuando logramos aceptar nuestras identidad en Cristo y comenzamos a tener una relación de intimidad con Dios; ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, así que ya no vivimos por nosotros mismos; y es entonces que el Espíritu Santo se manifiesta y comenzamos a hacer la voluntad de Dios, la cual siempre es buena agradable y perfecta.
Es un reto para valientes, dejar de lado tu voluntad, para aceptar la de Dios, así que si eres de los que se atreven dile a Dios lo que cita su palabra. en Hebreos 10:7.

Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está escrito de mí — Hebreos 10:7 RVR1960
Mientras obedecemos la voluntad de Dios, podemos confiar en la buena providencia de Dios, que a medida que se revela su voluntad secreta, él está obrando todas las cosas para el bien de los que lo aman. Independientemente de lo que nos depare el día, podemos confiar en que los detalles están diseñados por un Dios amoroso para el bien de nuestras almas.