
Gálatas 5:25 – Andemos por el Espíritu

Todos nacemos muertos en nuestro pecado. Todos vinimos a este mundo físicamente vivos pero espiritualmente muertos, muertos en nuestras transgresiones y muertos en nuestros pecados. Sin embargo una vez que hemos sido nacidos de nuevo, debemos aplicar lo que la palabra de Dios dice en Gálatas 5:25, debemos andar por el Espíritu.
Antes de ser salvos, fuimos motivados por la carne con sus concupiscencias mundanas y sus afectos impíos e incluso Dios vio nuestras buenas obras como trapos de inmundicia. Desde el momento en que nacimos en este mundo, fueron nuestros deseos carnales y pecaminosos los que nos dieron poder y nuestra vieja naturaleza pecaminosa, lo que nos mantuvo esclavizados al pecado y alejados de Dios.
Nuestra naturaleza pecaminosa (nuestro viejo hombre como lo llama la Biblia) no solo nos fue imputada por el Adán caído, sino también heredada de nuestros padres pecadores. No somos pecadores porque pecamos, pecamos porque somos pecadores que nacimos muertos en nuestros pecados.
Pero en el momento en que nacimos de nuevo se nos dio vida, vida espiritual, vida desde arriba. Fuimos vivificados por el Espíritu de Dios y se nos dio una nueva vida en Cristo; y tenemos esa vida porque nacimos en una nueva creación por el Espíritu. Fuimos transferidos de estar en Adán a estar en Cristo. Fuimos sacados de la vieja creación caída en Adán y colocados en la nueva creación perfecta en Cristo.
En el momento de nuestra salvación, el Espíritu de Dios nos dio vida. Y debido a que tenemos esa vida nueva, nacida de nuevo, debemos hacer lo que dice Gálatas 5:25, vivir y caminar por el Espíritu. Puesto que tenemos vida por medio del Espíritu, debemos continuar viviendo nuestras vidas por medio del Espíritu.

Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. — Gálatas 5:25 RVR1960
Otra versión de este precioso versículo bíblico dice:
Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida.
Gálatas 5:25 NTV
Antes éramos tinieblas, pero ahora somos luz en el Señor, y por eso debemos caminar como hijos de la luz. Aplicando a nuestra vida lo que nos dice la palabra en Gálatas 5:25. Debemos caminar en el Espíritu, caminar por fe y no por vista, para que podamos discernir lo que agrada al Señor.