El padre nuestro: La primera petición
Para que obtengas más provecho de la experiencia de la oración, Jesús te aparta de ti mismo. ¿Has notado que la mayoría de las peticiones de este modelo de oración te llevan a pensar en el plan de Dios en lugar de los tuyos? No es que las cosas materiales no sean importantes, es que la Palabra de Dios y sus caminos son mucho más importantes, el padre nuestro es un ejemplo que el Señor Jesús nos da para orar a nuestro Dios.
La primera frase de Jesús en el padre nuestro tiene sólo cuatro palabras; no te apresures cuando las digas, tienen un enorme significado.
Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
Lucas 11:2-4 RVR1960
El “nombre” de Dios se refiere no solo a los diversos nombres propios que la Escritura nos revela como el Señor o Cristo; el nombre de Dios en su sentido más pleno es su auto-revelación, es la suma de lo que sabemos acerca de la persona y la obra de Dios.
La palabra santificado ha perdido significado en el español contemporáneo; significa “considerar santo”. Tu no puedes hacer que Dios sea más santo de lo que ya es, ¿verdad? Pero puedes pedir la ayuda de Dios para llevar su santidad en el corazón, para que así vean la bondad divina las personas que te rodean en tu vida.
Eso significa un no a los ídolos. Eso significa sacar la basura de tu mente y entregarte otra vez al único Creador, único Salvador y único Consejero. Eso significa irradiar a todo lo que lo rodea la convicción de que “estoy orgulloso de mi Dios”.