El mundo cambia cuando oramos
Quizás sea tu tiempo de oración matutino, o te hayas reunido en el campus con amigos. Respiras hondo y te preparas para orar. Incluso tiene tu Biblia abierta para recibir inspiración bíblica. Deseas orar por el mundo y orar por misiones globales, pero te sientes un poco estancado y te preguntas realmente mi oración surtirá algún efecto en el mundo, pues déjame decirte que el mundo cambia cuando los hijos de Dios levantan su oración.
La oración cimienta tu fe
La oración involucra principios espirituales poderosos que cambian vidas. Cuando los aplicamos a nuestras vidas de oración, descubrirás que con Dios no hay limitaciones. Él es todopoderoso y puede traer respuestas a sus oraciones. Él es quien te permitirá cambiar tus circunstancias, tus relaciones y tus actitudes.
La oración es un ejercicio espiritual y, al igual que el ejercicio físico, debe ser constante y persistente para lograr los resultados deseados. Practica la presencia de Dios en tu vida todos los días y Él te guiará a la oración.
El mundo cambia cuando los hijos de Dios levantan su oración
A menudo podemos orar en general porque no nos damos cuenta de lo que está sucediendo en todo el mundo. Puedes consultar las noticias para ayudarte a dar forma a tus oraciones por áreas del mundo que realmente no han recibido el mensaje de Cristo, de este modo el mundo cambia y enciendes una luz para todos aquellos que no han escuchado el mensaje de salvación.
Podemos expresar amabilidad. Podemos producir un milagro cuando levantamos nuestras oraciones. Estamos llamados a participar en el cambio de nuestro mundo. Sucedió hace más 2000 años y puede suceder hoy.
En el libro de los Hechos encontramos un puñado de hombres y mujeres que cambiaron su mundo. Difunden el mensaje y el amor de Cristo a su mundo conocido. ¡Gracias a ellos, nuestras vidas han cambiado como resultado de las buenas nuevas!
El mundo cambia cuando los hijos de Dios levantan su oración. La oración ha allanado el camino para la conversión de millones de personas y Dios nos llama a orar los unos por los otros.
Oren los unos por los otros, para que sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos.
Santiago 5:16 NTV
