
Dios es la única razón

Dios es la única razón de mis logros ¡No hay declaración más verdadera que esa! Ni siquiera puedo imaginar dónde o con quién estaría ahora mismo si no tuviera fe o creyera que Dios es un Espíritu inalcanzable en el cielo.
Agradecer a Dios y darle crédito en los buenos tiempos, glorificarle por sus maravillosos dones y gracia y las grandes cosas que ha hecho por nosotros, esto es comprensible. Pero muchos luchan por encontrar la razón para agradecerle durante el sufrimiento, las tragedias, cuando un pariente cercano muere a una edad temprana, la soledad, la pérdida de un trabajo o casa, depresión, devastación mundial, angustias, cáncer, etc, pero la verdad es que en los momentos de tribulación Dios es la única razón por la que seguimos de pie.

Dios es la única razón por la que he llegado hasta aquí
Hace algún tiempo leí un tweet que decía:
Nunca agradezcas a Dios por tu éxito. Lo hiciste. Tú. No entregues tu poder. Si crees en dios, estoy seguro de que él también quiere que experimentes un sentido de tu propio valor.
Cuando termine de leer esta palabras dije que equivocada esta esa persona, pues Dios es la única razón por la que he llegado hasta aquí y no puedo hacer más que agradecerlo porque como dice la palabra:
Por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo.
1 Corintios 15:10 RVR1960
Si somos reacios a agradecer a Dios, significaría que somos ingratos y usamos a Dios para nuestro beneficio personal. Una mirada a las Escrituras nos recuerda que ser agradecido debe ser la base de nuestra vida todos los días. De hecho, tener una actitud de gratitud se suma a nuestra salud física y espiritual durante todo el año, y es una forma de pensar que podemos cultivar.
Ciertamente podemos expresar nuestro agradecimiento a familiares y amigos, por el empleo, las experiencias agradables y las cosas nuevas. Pero la Biblia claramente instruye a los cristianos a fijar nuestros ojos en el Padre Celestial, la verdadera fuente de todo lo bueno en nuestra vida. Él es Aquel que amablemente nos da cosas buenas de todo tipo, y nuestra respuesta natural debe ser gracias a Él específicamente. Así que recuerda Dios es la única razón por la que has llegado hasta donde estás.